SEDA EN TAILANDIA

     La Seda en Tailandia es uno de los productos más preciados en todo el mundo, gracias a su elaboración, tan delicada y cuidadosa.

Hoy en día, la industria de la seda tailandesa se concentra, principalmente, en el noreste, pues allí la tierra es ideal para el cultivo de moreras, que es el principal alimento de los gusanos, la seda se produce en unas condiciones climáticas favorables, basada en métodos tradicionales.

Familias que poseen sus propios huertos de moreras y crían los gusanos de seda en sus casas. 

PRODUCCIÓN

               La producción de la seda tailandesa comienza con el Bombix mori, un pequeño gusano de seda que crece a partir de los huevos de una mariposa de la seda. Durante su primer año de vida, estos gusanos se alimentan de las hojas de los árboles de morera antes de construir un capullo con su saliva. Cada capullo consta de un solo filamento que llega a medir entre 450 a 1300 m. o más.

FABRICACIÓN

               La fabricación de la seda conserva el método tradicional de producción, que comienza con la última etapa del ciclo de crecimiento de los gusanos de seda. Los capullos son colocados en una olla de agua y utilizando una vara de bambú, se van liberando los hilos de seda para formar una hebra, que se devana en un carrete. Se deja secar, se tiñen los hilos y se trenzan en uno sólo, después la seda se teje en enormes telares manuales de madera, completamente artesanal.

Esta elaboración artesanal hace que nunca haya una pieza igual a otra. El proceso es muy delicado y toma casi 40 horas producir medio kilo de seda, pues un filamento de hebra es muy delgado para poderlo utilizar en la confección textil, por lo que las mujeres tailandesas combinan numerosas hebras para producir una fibra más gruesa, ovillando a mano sobre un huso de madera. De esta forma, a mano, se producen tres tipos de seda: dos tipos finos ideales para producir telas livianas y una variedad más gruesa para confeccionar telas más pesadas.

 VENTA

               La mayoría de seda que se vende en Tailandia es diferente a la que adquiere el tailandés, ya que el turista prefiere comprar la seda suave al tacto, lisa, brillante, elaborada con maquinaria avanzada. Y hay que destacar que, la auténtica seda tailandesa es de textura gruesa, con hilos irregulares, ligeramente nudosos. Esta imperfección es la que le da su particular belleza y nunca encontrarás, como he dicho, dos piezas iguales.

 CURIOSIDAD

               La fibra de seda es muy resistente, a pesar de su peso ligero y su aparente delicadeza. A la vez es muy elástica y muy flexible, por esta razón es utilizada por los campesinos en sus vestimentas, para su dura faena en los arrozales.

Si viajas a Tailandia no dejes de comprar algo de seda natural, pues además de su buen precio, te llevarás algo realmente maravilloso y único.